
LA EDAD DE ORO PARA LA ROPA DE SEGUNDA MANO
Está de moda vender la ropa que no se utiliza y comprar a precios más reducidos,
las tiendas de segunda mano se han convertido en una buena opción en tiempos de crisis
La crisis ha hecho mella en los comercios de Bilbao debido a la caída de las ventas en un 5,7%. Por ello, no han tenido otra alternativa que cerrar sus puertas. Incluso la gente “está más concienciada en comprar menos” apunta David, dueño de la tienda Las 7 calles. 650 comercios del Casco Viejo se han mantenido y persisten, incluso triunfan a este mal temporal que estamos viviendo. Es el caso de las tiendas de segunda mano. No solo nos podemos encontrar con tiendas físicas, también se encuentran disponibles en internet o en los sitios web de subastas.
Estas tiendas han visto incrementar sus ventas en un 10%. Es por ello, que cada vez se abren más establecimientos de segunda mano. No solo recogen ropa; también libros, muebles y electrodomésticos. “Hemos observado una progresión muy alta. Empezamos con muy poca gente y ahora vemos caras nuevas cada semana”, explica Judith, trabajadora de Piel de Mariposa.
La prendas que donan los particulares y algunas tiendas, disponen de su propio contenedor. Una vez depositada y recogida la ropa, ésta pasa por un proceso de selección. Suele ser ropa limpia y en buen uso. Sin embargo, no todas las prendas se pueden llegar a vender, por tanto, es donada a otras entidades que la trabajan y las venden al peso, “lo hacemos para que aumente la vida útil de las cosas”, apunta Judith.
La ropa que puede ser reutilizada (entre un 50-70%), puede usarse para entregas sociales, como Caritas y Koopera, o venta de segunda mano, donde suelen vender la ropa por debajo del 50% de su valor original. Otras tiendas, en cambio, tratan de arreglar ellas mismas las prendas lo mejor posible, como puede ser coser una cremallera rota. Incluso marcas conocidas como la sueca H&M, recogen ropa usada de cualquier marca o tejido, ya que el 95% de ellos podría utilizarse de nuevo o servir para la producción de energía. Por cada bolsa entregada, la persona recibirá un cupón de descuento para la próxima compra, una buena forma de fomentar el consumo.
Este tipo de tiendas suelen tener una causa para su recaudación y con los beneficios obtenidos, consiguen financiar proyectos solidarios. Además, colaboran con instituciones como la Asociación contra el Cáncer o la Piel de Mariposa entre otras muchas. Se ofrecen productos asequibles logrando objetivos sociales e incluso medioambientales, intentando reducir el impacto ambiental de la industria de la moda y reduciendo la cantidad de residuos que terminan en los vertederos. Se conoce como las 3R: reducir, reutilizar y reciclar.
El perfil de los clientes suele ser variado, “gente que es fiel y suele ir tres veces por semana o los que miran muchos los precios”, apunta Maria, dependienta de la tienda Uniong recycling. El ahorro al comprar en este tipo de tiendas, puede oscilar entre el 20 y el 75% respecto al precio original de la prenda. Pero sobre todo se destaca el turismo inglés, “aquí todavía no estamos demasiado acostumbrados a la compra de objetos de segunda mano. Aun así, algo está cambiando”, comenta David. La ropa usada está de moda, mucho clientes se acercan a las tiendas de segunda mano atraídos por la posibilidad de adquirir prendas vintage únicas y no por los reducidos precios.
